


En estos últimos días se ha tratado mucho en los medios de comunicación del tema del pañuelo con el que se cubren la cabeza las muchachas musulmanas. La polémica puede seguirse en periódicos, televisiones y foros de internet, la mayoría haciendo hincapié en que es una imposición que somete a la mujer o un empecinamiento por parte del colectivo musulmán para autoafirmarse sin respetar nuestras normas de convivencia social.
En mi opinión, muchas veces se trata de una opción de autoafirmación personal por parte de jóvenes adolescentes que ven su cuerpo cambiar y tal vez no desean entrar en la carrera competitiva que emprenden sus coetáneas de raíces cristianas de mostrar y mostrar como acto de desinhibición y de afirmación de su ser mujeres y no niñas.
En el instituto tuve ocasión de ver que la convivencia es posible en la medida que las normas son iguales para todos y no se entra en detalles personales. Aquí presento una muestra del espíritu de colaboración e interés mutuo que se da entre los/las estudiantes.
genial!
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