miércoles, 29 de junio de 2011

LA PRIMAVERA DE NUESTRA INDIGNACIÓN







Llega el final de curso para los profesores (los alumnos recogieron sus notas el 22 de junio) y en los medios de comunicación aparecen las noticias de cada año sobre la Selectividad y la dificultad de sus pruebas (más fácil la de catalán, para que no se diga que los castellanoparlantes están discriminados), los recuentos de aprobados y suspendidos para medir el fracaso escolar, comparando la tasa española con la de "los países de nuestro entorno". Los políticos presentan sus nuevas ideas para el nuevo curso: menos profesores para más alumnos, empezar antes y acabar más tarde, o Donde dije digo digo Diego...


En la calle las protestas de los Indignados concentran la atención de todos. Y el mismo nombre del colectivo remite a un panfleto que, al ser traducido al español desde el original francés, ha hecho despertar a una mayoría que se reconocía en las emociones pero carecía de líneas directrices para plasmarlas. "INDIGNEZ-VOUS" de Stéphane Hassel, un veterano de la Resistencia francesa, incita a los jóvenes a no aceptar la situación, el statu quo que los tiene como seres hedonistas y pasivos y que se rebelen como hizo su generación, la de los abuelos, en los años cuarenta, en momentos muy dramáticos para la Humanidad y que hoy se repiten aunque el enemigo no tenga un rostro definido.


Parece mentira que haya sido la palabra y no la imagen la que haya movilizado a miles y miles de personas en nuestro país. Los españoles somos muy de despotricar y meter todo y a todos en el mismo saco. Eso es bueno para la ira pero poco eficaz como ciudadanos, así que, no está nada mal que las proclamas de un anciano francés tengan su efecto en otro país.


Y lo más llamativo de las grandes manifestaciones y los asentamientos de indignados en las diversas plazas del país ha sido el ingenio verbal desplegado en las pancartas. De nuevo la palabra ha sido la gran protagonista. Se habla del desgaste de la cultura humanista por la apisonadora audiovisual, pero las pancartas demuestran que la palabra es el nexo principal cuando se trata de aglutinarse y luchar por algo que nos importe a todos.


Aun así, me permito cuestionar si en el futuro eso seguirá siendo así, dada la abundancia de "dispositivos móviles", que es como se les llama ahora a los teléfonos con cámara y conexión a internet, al alcance de los jovencísimos que todavía no han afianzado su dominio de la lengua, ni siquiera la materna. Las fotos que ilustran este post pretenden dar prueba de lo fácil que es apropiarse del lenguaje visual y la inseguridad que provoca no dominar la propia lengua.